sábado, 1 de octubre de 2011

Chávez será el candidato y que estará en las mejores condiciones para la campaña electoral.


A como de lugar, la prioridad del Gobierno es mantener a Hugo Chávez en el poder. La aparición del jueves en cuatro oportunidades, tres de ellas vía telefónica, fue para ratificar que nuevamente será el candidato del PSUV y que se encuentra en un proceso de recuperación. De manera que cualquier escenario electoral que se prevea, debe tener en cuenta que, salvo una situación de gravedad, nada hará desistir a Chávez de ser el abanderado.
Todos los estudios de opinión demuestran que en el oficialismo no hay otro candidato que no sea Hugo Chávez y la única posibilidad, no solamente de no perder el poder, sino de no perder la mayoría de las gobernaciones, está en lograr el triunfo de octubre y potenciar así a los débiles candidatos regionales del oficialismo.
Parece exagerado que el Presidente haya destinado una extensa cadena, para responder a un artículo del Miami Herald, en el cual se hablaba de la supuesta gravedad del Presidente.
La nota de Herald, claramente especulativa y con fuentes anónimas, ni siquiera fue tomada en cuenta por alguno de los grandes medios nacionales de noticias. Sin embargo los asesores del Presidente se dieron a la tarea de detallar los rebotes que en algunos medios del continente tuvo el mencionado artículo, si bien de poca factura, sirve para atrapar lectoría.
Es normal que cuando el presidente venezolano desaparece de la escena pública, genere rumores relacionados con su enfermedad. Más tratándose de un mandatario que acostumbra hablar entre 2 a 8 horas diarias por los medios masivos.
Pero lo importante es destacar que un texto como el publicado por el Herald, no es motivo como para ocupar su valioso tiempo, a no ser que lo que está en juego es mantener firme la expectativa de que Chávez será el candidato y que estará en las mejores condiciones para la campaña electoral.
El mensaje presidencial, ha estado centrado en su enfermedad y en la recuperación que estaría logrando.
A pesar de estar parado sobre ruinas, el tono del Presidente sigue representando la idea de un líder que tiene tras de sí una gran obra, que ha reivindicado a todo un pueblo, y convertido a Venezuela en una gran nación. Así, habla desde un pedestal en el que asume una supuesta misión salvadora del planeta y en la que hasta es capaz de llamar al pueblo norteamericano a que los acompañe en esa imaginaria peregrinación.
Aunque la candidatura se levante sobre los escombros de un país que ha destruido su economía, en el que la muerte, el hambre y los desastres, acompañan al ciudadano, al oficialismo no le queda más que contar con el discurso sublime, que eleva su imagen por encima de tales banalidades luisbpolitologo

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