martes, 13 de septiembre de 2011

Un gran fraude a la opinión pública


 En estos 12 años hemos escuchado demasiado a algunos “gurú”, que usualmente se equivocan a favor del gobierno. Un ejemplo se produjo en 2010, cuando algunas de las grandes casas analistas nos auguraban 35 diputados y terminamos sacando 67.
Algunos de estos “encuestadores” no hablan de los resultados de las encuestas sino de su interpretación de esos resultados, lo cual es completamente distinto. Otros, incluso, integran equipos de campaña de candidatos y luego son entrevistados como analistas independientes, configurando un gran fraude a la opinión pública. Claro que, por ello, se cobra muy bien.
Por supuesto que hay encuestadoras serias, precisamente, las que no andan de canal en canal tratando de favorecer candidatos, sino que permiten que sus clientes sepan, a ciencia cierta, qué está ocurriendo a nivel de opinión pública. Yo creo en encuestas, pero con la ficha técnica en la mano y analizando el estudio completo. Las encuestas publicadas son triplemente manipuladas: (1) Sólo se publican las preguntas que favorecen a quien envía la nota de prensa. (2) Se publican para crear un impacto en la opinión pública y no para informar. (3) Cada medio de comunicación enfoca la noticia como le parece mejor y muchas veces titulan con imprecisiones o contradicciones.
Cuando usted vea que un encuestador va como profeta de TV, predicando su opinión sobre la opinión ajena, no le crea nada. Algún interés oculto habrá porque las encuestadoras serias viven de su prestigio y esta es la mejor forma de ponerlo en riesgo.

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