miércoles, 28 de septiembre de 2011

Quién está al frente de la nación cuando Chávez está en tratamiento


 Cosa natural en un enfermo de cáncer. Aunque no tengamos información exacta del grado de su padecimiento, no hay que ser médico para entender que no es gripe lo que tiene el Mandatario, sino algo importante que merma sus condiciones físicas y que ya le hace imposible continuar al frente de un gobierno que nada resuelve, que todo lo empeora.
Un país con problemas tan graves como la delincuencia que acaba con la vida de más de 50 venezolanos semanalmente (cifra esta conservadora), la infraestructura de hospitales, escuelas, calles, avenidas, autopistas y carreteras en franco deterioro, escasez de medicinas y alimentos, carencia de energía que mantiene en las sombras al interior de Venezuela, una inflación que hace de los sueldos y salarios (de quienes lo tienen) sal y agua en los bolsillos, una Misión Vivienda que camina a paso de morrocoy y unas instituciones minadas por la incapacidad, ineficiencia y corrupción, no puede ser dirigido a control remoto, telefónicamente o Twitter, cuando se siente mejor el Presidente.
¿Quién está al frente de la nación cuando Chávez está en tratamiento, dopado o bajo los efectos de calmantes? Debería ser el Vicepresidente quien en lo que anda es activado en su campaña a la gobernación de Miranda. Por cierto que Jaua declaró hace poco que esa región central del país merecía “alguien con esposa e hijos”. Pues bien, lo que necesita el país entero es un Presidente en plenitud de funciones, con esposa o sin ella, pero en condiciones óptimas para acometer las acciones necesarias que resuelva o mitigue los problemas en que estamos imbuidos.
Hay que ponerse serios. Alguien en este régimen debe serlo y entender que están de despida, y no por la enfermedad de Chávez, sino porque durante este larguísimo mandato todo lo empeoró. Porque quienes le eligieron han venido perdiendo la fe en él, porque con Chávez se vive peor, porque el comunismo es pobreza y más pobreza, porque no hay patria sino entrega de la soberanía a cubanos, iraníes, bolivianos y ahora hasta se vende a los guyaneses nuestro territorio, que lo único palpable es que hay muerte en todos los rincones del país.
No dudo que exista -entre los rojos- esa persona seria que alerte y haga entender al alto gobierno que hay que encontrar salidas pacíficas a tanto desbarajuste. Que hay que cumplir con la Constitución y las leyes. Que se debe nombrar ya a quien terminará este gobierno. Ese, podrá cubrirse de gloria si decide conducir con transparencia un proceso electoral que esta a la vuelta.
Dios quiera que el Presidente mejore, se lo deseo de todo corazón. Como cristiana respetuosa y obediente de los Mandamientos de Jesús, no deseo sino el bien para todos mis semejantes, aun cuando difiera diametralmente de sus actuaciones. También creo en la rectificación y propósitos de enmienda. Por eso aspiro que el Presidente y sus muy fieles funcionarios comprendan que se está a tiempo de brindarle a Venezuela y su gente, aires de esperanza

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