domingo, 11 de septiembre de 2011

El problema es que en el Zulia nadie olvida


 El problema es que en el Zulia nadie olvida.
La verdad es que el gobernador paralelo tuvo la oportunidad de trabajar por la región y la abandonó para despotricar como nadie lo ha hecho, de su propio hermano y compañero de armas, el presidente Chávez.

Por ahora construye la holografía de ese gobierno ficticio contando con los recursos que le corresponden a los zulianos y que son desviados para su propósito mercantilista-político, pero no está satisfecho.

Considera que el presidente Chávez le ha incumplido aquella promesa hecha en el patio de la Academia Militar, donde le propuso manejar el Seniat, el Saime, Indepabis, el Seguro Social, Corpozulia, Hidrolago, el puerto y el aeropuerto. No se conforma con el Hotel Venetur, la compra de insumos en el HUM, el Metro, la zona educativa, carbones, medios…

De forma irónica, ante el asalto de toda una región casi despojada de todo, declaró a un periódico que años atrás no podía ver ni en pintura: “Ya piensan que soy el gobernador y yo lo que soy es diputado. Estoy procesando 50 mil cartas de solicitudes…”

El gobernador paralelo está dispuesto a recuperar el tiempo perdido para relanzar un Estado-región que considera olvidado, sin importar que aún persiste el olor a azufre en las imágenes frescas del asalto a las empresas petroleras de la costa oriental, el despojo del puerto y el aeropuerto, la expropiación de tierras en el sur del lago, el abandono del puente Rafael Urdaneta, el atasco del Metro de Maracaibo, y las elevadas multas eléctricas con las que se castiga, justo ahora que las temperaturas recuerdan el infierno cuando topa los 48 grados, todo esto planificado para castigar la actitud rebelde del Zulia ante el demoledor vestigio de esta cruzada centralista.

Si existiera alguna pizca de respeto por los zulianos ya se habría terminado la gran autopista de Occidente Lara-Zulia, restablecido la descentralización;  y el puente Nigale no sería un fracaso paralelo al tristemente célebre Puerto América, con el que se le echo “vick vaporub”  a la esperanza de todo un pueblo que deseaba repercutir en los albores del siglo 21.

El ahora diputado del parlatino, Rodrigo Cabezas, denunció para ese año 2 mil, sendas irregularidades en 17 organismos cuyos funcionarios forman parte del círculo de apoyo del gobernador paralelo. La corrupción entonces superaba los 54 millardos de bolívares. El excontralor para el momento, Luis Querales, resaltó en su oportunidad que muchas de las denuncias que recibió fueron canalizadas por el Ministerio Público, como el caso de Proal y la intervención del Saviez en la construcción del puente El Gusano, obra que se cayó inexplicablemente en el gobierno paralelo.

La propia parlamentaria Betty Zuleta, solicitó a la comisión legislativa regional, que se investigara el caso de los apartamentos del CRU, y consideró “una traición al pueblo zuliano” al quitarles la posibilidad de acceder a las viviendas a través de la Ley de Política Habitacional.

¿Qué pasó con los derechos de esa gente que fue traicionada y no pudo acceder a sus viviendas con ese gobernador paralelo? ¿No serán traicionados aquellos que hoy reciben promesas en la actualidad por el camaleónico candidato?

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