domingo, 17 de julio de 2011

Ahora la cosa es al revés, se tienen medios no para informar sino para hacer creer. “Si los ojos ven y los oídos oyen, la mente cree”

Preguntas van y preguntas vienen sobre la compra de canales en el Zulia. ¿Alcanzará el sueldo de un alcalde o las dádivas que entregan los fieles de la iglesia a un cura para poder adquirir un canal de televisión? ¿Cuánto puede ahorrar un ex embajador de la OEA que quiere ser gobernador  para adquirir un medio que le permita cierta ayudita en la próxima campaña electoral? ¿Son recursos que provienen del Estado o del partido del gobierno gracias a un día de salario de la militancia? ¿Si el gobierno goza de varios canales nacionales y radios comunitarias para hacer campaña, para qué necesitan acabar con programas de opinión establecidos en la audiencia? ¿Cuál es el miedo si están seguros del triunfo para el próximo año? ¿Será que se está imponiendo una hegemonía comunicacional oficialista en la región o se trata de grupitos de poder dentro chavismo que intentan dejar claro sus espacios de mando en el Zulia ante tanta expectativa.
Los zulianos han quedado perplejos y angustiados por la manera como estos sectores del oficialismo y más propiamente el diputado-candidato-funcionario y empresario capitalista  Francisco Arias Cárdenas, pretende apoderarse del espectro radioeléctrico y audiovisual en Maracaibo, en su afán por imponer de una vez por todas cierta hegemonía de poder “ficticia” en la entidad y  limpiar aunque sea con azufre y creolina la imagen de la “traicionera” gallina, que desde el año 2000 nadie parece querer olvidar.
Funcionarios del chavismo niegan que la compra del canal regional con mayor presencia en las cableras regionales y nacionales obedezca a una simple situación política, ya que los empresarios son libres de comprar y vender un bien como le venga en gana porque se trata de una negociación más.
Si eso fuese así habría que preguntarse también: ¿Por qué desmantelan los programas informativos y de opinión de los PNI?, ¿Por qué se mofan de acabar con la programación que no son del gusto de los aprendices de los pequeños caudillos?, ¿Y cuál será la verdadera causa por la que despiden de manera humillante a decenas de técnicos y periodistas con años de servicios y familias que mantener, que incluso en lo personal nada tienen que ver con la confrontación política entre sirios y troyanos?.
Para nadie es un secreto que desde el 31 de diciembre del año pasado se implementó un plan para sacar del aire canales regionales y programas que pudieran hacer ruido a la estrategia preparada por el oficialismo para tomar la gobernación en la región en el 2012.
Después del cese de operaciones de Urbe TV por razones económicas y el cierre y posterior compra de Tele N para convertirlo en CoquivacoaTV, se suma ahora la compra de Zuvisión, para cerrar 3 canales en menos de 8 meses. El resto de las televisoras recibe presiones, mientras el más grande y más antiguo, el canal Niños Cantores espera impávido su suerte, ya que en enero del próximo año se le vence la concesión. Por lo pronto todos pasan aceite ante la peor crisis económica de su historia.
Ahora la cosa es al revés, se tienen medios no para informar sino para hacer creer. “Si los ojos ven y los oídos oyen, la mente cree”, es la frase memorable de John Travolta en aquella alucinante película: clave Swordfish, que aparentemente los nuevos dueños de medios en el Zulia pretenden implementar con la conformación del alto mando comunicacional.
 luisbpolitologo

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